
El ayuntamiento de Madrid ha decidido a propuesta de Vox y con los votos de Ciudadanos y Partido Popular retirar las calles a los socialistas Largo Caballero e Indalecio Prieto además de instar al gobierno a quitar las estatuas de Nuevos Ministerios. Nada nuevo, hace dos años el ayuntamiento de Madrid de Martínez Almeida retiró las placas con nombres de las víctimas del franquismo del memorial de la Almudena.
Una proposición defendida por sus promotores y sus apoyos de la siguiente manera.
Vox: «personajes siniestros de nuestra historia no deben formar parte de los nombres de las calles y las plazas». «No es revisionismo, es acabar con la mentira histórica»
PP: «quien rompió el consenso fue Ahora Madrid modificando 52 calles, algo que no hizo «alguien tan sospechoso como Tierno Galván» que le devolvió su nombre a 27 vías y ha defendido que el PP no hace política con la memoria histórica, sino que da cumplimiento a la ley, al contrario que el PSOE «con el macabro espectáculo del Valle de los Caídos».
Ciudadanos: «ley es igual para todos», para «los criminales de un lado y de otro» y ha pedido entender «lo peligroso de reescribir la historia a base de legislación e ideología». «La Guerra Civil no fue un enfrentamiento de buenos contra malos, ni de pacíficos demócratas contra pacíficos sanguinarios, fue un fracaso colectivo», ha agregado Miranda, imputando a Largo Caballero la «matanza de Paracuellos» o complicidad con las checas y a Prieto que se disparara «a bocajarro» a los disidentes.
Comentario todos ellos de profunda reflexión histórica como se puede ver llegando el representante de Vox a clamar que hay que acabar con la mentira histórica. Curiosamente le espanta la palabra «revisionismo» pero claro intentar que vea la flagrante contradicción va a ser esfuerzo baldío. De todas maneras no es extraño lo que dice el señor de Vox ya que sus ideas y conocimientos de Historia de España no va más allá de las enciclopedias de postguerra que falangistas de pistola al cinto y sección femenina sustitutos de los maestros y maestras que habían terminado en las cunetas hacían memorizar a bofetadas mientras Franco, José Antonio y el crucifijo presidían las aulas.
El PP y el «Y tú más» diciendo que la izquierda empezó provocando (con el apoyo de Ciudadanos, por cierto) cambiando nombres. Estaban más cómodos con «Arriba España», «Héroes del Alcázar», «Caídos de la División Azul», algunos falangistas como Arrese o generales como Mola, Moscardó o Yagüe… Y esa fijación que tienen con determinados lugares, desde Barajas al Valle de los Caídos del que se ha sacado al único dictador fascista con mausoleo y que llaman espectáculo macabro pero nada dicen de la exhumación de cadáveres víctimas del 18 de julio.
Pero la intervención más venenosa fue la de Ciudadanos que se puso en la digna posición de mirar por encima hablando de los criminales de un lado y del otro, fracaso colectivo, no fue una cosa de «pacíficos demócratas contra pacíficos sanguinario», perdónenme pero es que no entiendo esto de pacífico sanguinario, ¿un lapsus? o quizás por no mencionar la ideología de sus socios de gobierno no sea que… Y luego, directamente acusa a Largo Caballero de lo de Paracuellos y a Prieto de disparar a bocajarro, en fin… La peor puesto que todo esto es la mitomanía de los vencedores de la guerra civil, la violencia roja y sobre todo el peor de los mitos que ha llegado hasta hoy, que en la II República estaba implícita y latente la guerra civil y, por lo tanto, fue la culpable provocando a los patriotas salvadores de la patria y el orden
Lo que está claro es que algo si sabemos por sus comentarios de lo que saben de ese periodo y es que no saben nada.
Ahora podía iniciar una disquisición sobre el uso torticero de la historia, las mentiras que corren por ahí, el revisionismo, sí revisionismo, que siempre es de la derecha más extrema, pero sería inútil. Todo el mundo se inventa el pasado para utilizarlo como arma arrojadiza, todo el mundo pontifica sobre el pasado para justificar su actitud política actual usando algo totalmente antihistórico, el presentismo, proyectar nuestro mundo, actitudes, pensamientos y valoraciones sobre una época pasada. Pero se trata de hablar sobre lo hecho por el ayuntamiento de Madrid. Quitarle la calle a Prieto y a Largo Caballero, incluso la placa en la calle en que nació. Por cierto Prieto periodista de los de empezar repartiendo y Largo Caballero, estucador. Ya sabemos que eso de que los hijos de los trabajadores llegue a algo resulta insultante. Pero sigamos con el borrado. Ya sucedió con Negrín cuando el franquismo lo suprimió del registro civil de Las Palmas como si nunca hubiese existido. Fueron un presidente de gobierno y ambos ministros socialistas durante la República, ese periodo político con luces y sombras como todos los años 30, no sólo en España sino en todo el mundo que nuestra derecha estigmatiza sin piedad. Al mismo tiempo un diputado de Vox repite en el parlamento la mentira sobre la amenaza de Pasionaria a Calvo Sotelo y la derecha en batería convierte las Cortes en un lugar invivible sin respeto a la institución reproduciendo ese caos con un vocabulario años 30 que sonroja haciendo lo que ellos mismos afirman fue el parlamento republicano. Demasiadas cosas.
Ahora opinaré. Creo que esto es el odio cainita que, desgraciadamente arrastramos desde que Larra en 1837 dijo aquello de «aquí yace media España que murió de la otra media» o las dos Españas de Machado. La derecha española es hija de guerras civiles carlistas y de de la guerra civil del 36. La tierra que pisa es suya y no puede permitir que gobierne la izquierda, acierte o se equivoque, da igual. Lo de las calles es una batalla más de una guerra que ya, afortunadamente, no pueden librar a tiros, como lo es lo de la Almudena, la profanación de las tumbas de Pasionaria y Pablo Iglesias, la burla sobre las exhumaciones y las subvenciones y el continuo decir dejen el pasado en paz cuando son ellos los que buscan y rebuscan en él reviviendo los mitos franquistas porque son sus mitos, pero obviando todo aquello que les interpela directamente. Estigmatizar la República es estigmatizar a la izquierda y justificar lo injustificable y que provocó que Francisco Largo Caballero y a Indalecio Prieto formaran parte de un gobierno que tuvo que enfrentarse a una sublevación militar apoyada por el fascismo italiano y alemán que derivó en guerra civil que ninguno de ellos comenzó, eso fue cosa de otros, lo puedo asegurar.