Enmierda que algo queda: de Historia y de Museos.

Esta semana se han producido dos hechos relacionados con la Historia. Una portada de diario y su artículo y otra una donación a un museo.

Educación: desafío independentista. El Bachillerato catalán deja fuera el 40% de la asignatura de Historia de España.

Así abre El Mundo su portada de del día 2 de diciembre en uno de esos alardes de investigación a los que nos tiene acostumbrados abriendo los ojos al orbe entero de una nueva afrenta a lo que sea pero que termine en «España». Investigación que no es tal si no una chapuza infame y que me molesta especialmente como profesional del ramo ya que estoy de que la profesionalidad de los historiadores de verdad se `ponga en entredicho… ¿Qué pasaría si pongo en duda al periodista? Los infiernos se abrirán.

Vaya por delante que soy profesor de historia de bachillerato en ejercicio en Cataluña y también que nada tengo ideológicamente que ver con el mundo independentista ni con el de la unidad de destino. Mi oficio es el de analizar los datos empíricos del pasado, interpretarlos y proponer hipótesis con la sana intención de proyectar un futuro mejor y siempre con dos principios éticos muy claros, no mentir ni explicar verdades a medias. Y, además, profesor de bachillerato una labor que trasciende la materia que se enseña puesto que alienta muchas cosas entre ellas el amor al saber que es lo que libera a los seres humanos de la esclavitud mental alentada por fanáticos, ideólogos de la podredumbre y la miseria, en resumen, ignorantes o, en términos, socráticos, idiotas.

La manipulación política de la historia no es nueva y actualmente está siendo practicada con fruición por unos y por otros. Falacias independentistas y españolistas llenan tertulias y hasta artículos con la irresponsabilidad del idiota sin miedo a que las majaderías permanezcan para el futuro.

Hace tiempo que los guardianes de las esencias señalaron la escuela como adoctrinadora por exceso o por defecto, la declaraciones de la presidenta de la ANC Elisenda Paluzié dan fe de ello lo mismo que las analfabetas acciones del ayuntamiento de Madrid y su alcalde Almeida contra placas y monumentos. Y ahora «El Mundo» adalid de la prensa conservadora nos regala con que en Catalunya se deja fuera el 40% de la asignatura de Historia de España de Bachillerato. El titular viene acompañado de «Nuevo desafío independentista».

Voy a contestar por puntos por si esto llega a ese diario y así lo entenderán mejor, aunque no creo que abandonen su dogmática visión de las cosas

1- Esto les gustará, es verdad. En Cataluña desde hace más de veinte años el examen es de historia contemporánea de España, ellos se han enterado ahora

2- La materia de examen va de 1875 hasta el segundo gobierno de González.

3-¿Pueden mirarse la programación y verán que empieza en los Reyes Católicos pero no entra en el examen igual que la etapa de Aznar y compañía?

4- La mayoría del resto de comunidades centran la parte más puntuada del examen de selectividad en la etapa contemporánea, la otra se resuelve con preguntas test. En Cataluña se va directamente a la contemporánea ¿problema? Dos preguntas sobre el panorama español y otras dos sobre el catalán que sólo un majadero integral, un fanático o un manipulador puede explicar al margen de la historia peninsular y más en contemporánea.

5- No hay nada que se obvie ni se evite y poner en duda la profesionalidad histórica (no pongo la mano en el fuego por todos) ya me cansa de tal manera que yo si voy a empezar a poner en duda la profesionalidad de alguien que tiene a su disposición un medio de comunicación y lo utiliza para sus fantasías y sus broncas particulares, ahora «fake news», antes «gilipolleces».

Y vamos con la segunda parte, la donación de la pancarta motivo de su inhabilitación por parte del ex president Torra al Museo de Historia de Catalunya. A partir de este momento los Archivos Nacionales de Washingthon y los lugares que albergan Constituciones y documentos fundacionales quedan relegados a la segunda página de Google, «Los Inválidos» de París con todas las banderas de la Historia de Francia, etc, etc, etc, han quedado eclipsados ante tan magno acontecimiento… Una sala con la pluma con la que Artur Mas firmó el decreto del primer referéndum y la pancarta pasan a engrosar, incluso encabezar, la lista de lugares de alto valor histórico documental. Un sitio que no puede ser más que motivo de orgullo, admiración, fuente inagotable de estudio de historiadores y lugar de peregrinación para las masas del orbe sedientas de libertad… ¿A qué suena idiota? Pues eso. Supongo que el donante y los receptores piensan que se trata de un trozo de la historia de Cataluña que, convenientemente aliñado, dará sus frutos. Pero que historia ni que historia, un ex president lega archivos, este una pancarta, y orgulloso que está, no le expliques por enésima vez que su inhabilitación fue por otra cosa, no lo quiere entender o no lo entiende, sin entrar en el acto partidita que representa para un museo que se presupone de todo el mundo aunque en Cataluña de unos años a esta parte se patrimonializa todo para una parte. En fin, habrá que coger hora y día con tiempo para ir a verla ante la avalancha que se avecina.

Publicado por luismi

Historiador, educador y novelista

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